La revolución de la calidad del aire en interiores: “Creando ambientes puros”.

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A raíz de la pandemia por COVID-19 científicos de todo el mundo argumentan que los patógenos en el aire deben recibir un énfasis similar a las regulaciones de seguridad alimentaria, saneamiento y agua potable, puesto que es indispensable que ocurra un cambio de paradigma en este contexto.

En un artículo publicado por la revista Science en Mayo de este año un grupo de 40 científicos e ingenieros de 14 países apoyados por la Federación Europea de Asociaciones de Climatización, Ventilación y Aires Acondicionados REHVA, pidieron una revisión de las regulaciones de ventilación de edificios para priorizar ambientes interiores saludables y libres de patógenos; con ello ha venido la aceptación por parte de autoridades mundiales y círculos médicos internacionales de que el coronavirus puede propagarse por el aire.

Esa nueva aceptación, por parte de la Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, tiene implicaciones concretas: los científicos están pidiendo que se revisen los sistemas de ventilación como lo hicieron con los suministros públicos de agua en la década de 1800 después de que se descubriera que las tuberías fétidas albergaban el cólera.

Los autores del mencionado estudio buscan el reconocimiento universal de que las infecciones se pueden prevenir mejorando los sistemas de ventilación interior. Quieren que la OMS amplíe sus directrices de calidad del aire interior para cubrir los patógenos transmitidos por el aire, y que los estándares de ventilación de los edificios incluyan tasas más altas de flujo de aire, filtración y desinfección, además de monitores que permitan al público medir la calidad del aire que respiran.

En este artículo tratamos de despejar en una primera entrega, algunas de las preguntas básicas respecto a la prevención y manejo de la emergencia sanitaria provocada por el virus SARS-CoV-2 desde el ámbito de la filtración de aire, en el cual somos expertos en Atfil.

Lo que no sabías acerca de la filtración del aire.

¿Cómo se mide el tamaño de los contaminantes del aire?

Las micras son utilizadas por empresas de filtración de aire para medir las partículas en el aire, como el polen, el polvo, la caspa de mascotas, los ácaros del polvo, bacterias, esporas de moho y otros contaminantes diminutos.

La micra es extremadamente pequeña, tan pequeña que es imposible percibirla a simple vista. Es equivalente a 1 millonésima parte de un metro 1 μm = 0.000 001 m = 10-6 m.

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¿Y entonces, qué tamaño tiene el virus del SARS CoV 2 en micras?

En principio el virus SARS CoV 2 resulta muy difícil de retener por el tamaño que tiene, este virus se encuentra entre las 0.06 y 0.14 micras de diámetro, medidas con microscopios electrónicos (Zhu et all, 2020) además el coronavirus va adherido a otras partículas, gotas o aerosoles; para hacernos una idea de lo que esto significa, el ojo humano empieza a apreciar partículas a partir de un tamaño de 40 micras.

Además de la información mecánica, los investigadores también han evaluado las características de las dimensiones y el contenido de las partículas SARS-CoV-2. Sobre el análisis de los artículos realizados sobre el virus SARS-CoV-2 por microscopia electrónica, diversos investigadores han tenido resultados diversos, estableciendo que el diámetro del virus se encuentra entre los 50 y los 140 nanómetros.

Ahora bien, el tamaño de una partícula del virus determina en gran parte cómo los individuos pueden protegerse y detectar presencia de SARS-CoV-2.

Conocer la talla de una sola partícula del virus puede también permitir a investigadores y proveedores de asistencia sanitaria deducir la cantidad de individuos expuestos al virus por diversas rutas directas. Por ejemplo, las gotitas respiratorias son típicamente de 5-10 micrómetros (µm) de largo; por lo tanto, puede ser deducido que un individuo que ingiere, inhala, o está expuesto de otra manera a SARS-CoV-2 a través de las gotitas respiratorias positivas puede exponerse a los centenares o a los millares de partículas del virus, y con aumente la probabilidad de infección.

Las gotitas respiratorias se pueden transmitir a través de toser, del estornudo, del contacto con las superficies contaminadas, o aún a través de los aerosoles inhalados; por lo tanto, cada individuo debe tomar medidas adecuadas para reducir su exposición a estas partículas desgastando máscaras y practicando dimensiones seguras de la distancia social.

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